“La experiencia de ocio se relaciona con el desarrollo personal y tiene sentido en sí misma” (M.Cuenca).
El Campamento Urbano se crea para que los niños dispongan de un tiempo propio y libre que favorezca su desarrollo psicosocial, una vez que haya finalizado el periodo escolar.
Son días de vacaciones escolares, laborables para familias y cuidadores, encontrándose una mayor dificultad para conciliar la vida familiar, escolar y laboral. Es una solución para que muchas de nuestras familias tengan un espacio de respiro que les permita acudir al trabajo o cubrir otras actividades (y los niños/as ¡encantados!).
Algunas de las actividades que tuvieron el pasado verano fueron: musicoterapia, cine y palomitas, pintacaras, San Fermín y fiesta de la espuma.
Todas ellas adaptadas uniendo el tiempo de disfrute y la continuidad con sus profesionales habituales, conocedores de sus necesidades individuales. Porque el juego también es una herramienta terapéutica.