El Síndrome de Asperger (SA) es un trastorno del neurodesarrollo que se incluye dentro de los Trastornos del Espectro del Autismo (TEA), con un grado de afectación o gravedad 1 o 2, según el caso.
Es importante tener en cuenta que esta condición acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, aunque sus necesidades cambian en función de las distintas etapas del desarrollo, de las experiencias, habilidades adquiridas, así como el apoyo recibido. Señalar que no existen dos personas iguales, aunque compartan criterios diagnósticos relacionados con la interacción social y la flexibilidad. La existencia de esta condición afecta al núcleo familiar, por lo que es necesario proporcionar apoyo y asesoramiento a los familiares más cercanos.
Tener un hijo/a implica afrontar retos diferentes, los cuales obligan a los familiares más cercanos a formarse y conocer cuáles son las características y necesidades de las personas con SA-TEA. Una información, orientación y asesoramiento de calidad les ayudará a las familias a entender a sus hijos/as, y por tanto, a afrontar la situación.
Por otro lado, la adolescencia supone una etapa de grandes cambios y nuevas experiencias, donde se comienza a desarrollar la identidad, se asumen responsabilidades, y se presentan grandes retos a nivel social, lo cual supone una gran sobrecarga para ellos/as. Todo ello, unido a malas experiencias y a situaciones de burlas y/o acoso que han podido vivir en algún momento, supone la existencia de barreras y miedo al fracaso en distintos ámbitos de su vida. Al igual que en la etapa adulta, sus necesidades están muy relacionadas con su independencia personal, consecución de un empleo, pertenencia a un grupo de iguales, etc. Todo ello necesita de un espacio de apoyo y compresión.
El programa "TEAcompaño" tiene dos líneas de intervención principales. Por un lado, atender las necesidades socioemocionales de las familias. Por otro lado, las de jóvenes y adultos con SA-TEA.
Tiene como objetivo principal mejorar la calidad de vida de familiares de personas con SA-TEA, así como jóvenes y adultos con esta condición, acompañando y ofreciendo el apoyo socioemocional que necesitan, a través de la puesta en marcha de actividades como: asesoramiento y acompañamiento a las familias, cafés-encuentros, creación de un grupo de autogestores, intervención psicológica, etc.