Las familias de AEPMI se sienten solas, incomprendidas y están repartidas por todo el territorio separadas por cientos de kilómetros. Necesitan verse, abrazarse, desahogarse, aprender, compartir, etc.
Los Encuentros de Familias son fundamentales para sobrellevar la enfermedad y seguir con ánimo y fuerza. Se realizan dinámicas, talleres y convivencias. Los resultados son increíbles, pues con solo dos o tres días, todas las familias consiguen mejorar el estado psicosocial general, el ánimo y la manera de afrontar el día a día. Además, sirven de acogida a nuevas familias recién diagnosticadas.
Necesitamos vernos y abrazarnos para sanar parte del dolor que conlleva padecer una enfermedad mitocondrial, no solo para los afectados sino también para sus cuidadores.