Una de las características del síndrome de Angelman es que los afectados tienen dificultades motoras, así como problemas de equilibrio. Principalmente presentan ataxia al caminar (rigidez, torpeza y pérdida de coordinación) y movimientos temblorosos de las extremidades. A muchas personas les cuesta comenzar a caminar, e incluso mantenerse de pie sin apoyo o levantarse solos del suelo.
Esto mejora con la fisioterapia. Por lo que, además de la fisioterapia habitual (semanal), muchas familias realizan intensivos de fisioterapia (3 horas diarias durante varias semanas) que tienen un elevado coste. Estos tratamiento intensivos han demostrado beneficios significativos en la mejora de las capacidades motoras.