Si hay un momento clave en las personas con diabetes y que es de gran dificultad a nivel emocional, ese es el DEBUT. En ese momento hemos de pasar por todos los pasos de un duelo: negación, ira, negociación, depresión y, por fin, aceptación de la enfermedad, tanto para el paciente como para la familia. ¿Y no se cura? ¿Y es para siempre? ¿Y me tengo que pinchar? ¿Hemos hecho algo mal? ¿Es nuestra culpa? En muchos casos, se necesita de atención psicológica especializada.
La diabetes tipo 1 aparece en la infancia, adolescencia y juventud, lo que es un verdadero impacto para toda la familia. De un día para otro cambia nuestra vida. En el diagnóstico es muy gratificante, tanto para la persona recién debutada como para sus madres y padres en el caso de menores, recibir la ayuda de un especialista en psicología.
Recién diagnosticada la enfermedad, hay que aprender sobre dieta por raciones de hidratos de carbono, cálculo y administración de inyecciones de insulina o bombas infusoras, análisis de glucosa capilar y sensores continuos, resolución de hipo e hiperglucemias, cetosis. Además, aparecen nuevos conflictos con el menor, la pareja o con uno mismo ya que siempre te parece que no lo haces suficientemente bien o las cifras no son las correctas para evitar las graves complicaciones que puede traer un mal control de la enfermedad.
Además, la diabetes es una enfermedad crónica y de complicado manejo para su autocuidado. Se trata de toda una carrera de fondo en la que no puedes bajar la guardia, lo cual resulta agotador. El continuo cambio, debido a los avances en el tratamiento de la enfermedad, lleva al paciente a tener que estar siempre al día, reciclarse y aprender a utilizar nuevos dispositivos, mientras continua con sus problemas a la hora de comer, hacer deporte, planificar un viaje o casi cualquier situación del día a día: la mochila de la diabetes, siempre la llevamos puesta. Esto genera estrés, frustración o momentos de perdida de motivación, lo cual no es nada bueno para el control de la diabetes. Y en distintos momentos de nuestra vida, podemos necesitar ayuda psicológica para retomar el autocontrol de la enfermedad.
En ASVIDIA contamos con 2 psicólogas que tienen diabetes desde niñas lo que les hace comprender mucho mejor a las personas que ayudan. Hacemos terapias tanto individuales como de grupo para las familias (en el caso de diabetes infantil) o pareja (en diabetes juvenil o del adulto).