El cuidado de un hijo con síndrome de Dravet es una tarea que requiere atención constante por las crisis epilépticas y la cantidad de citas médicas y terapias, e impide que los familiares puedan desarrollar su vida de una forma normal provocando problemas de estrés, ansiedad y depresión.
El objetivo principal de este proyecto es apoyar a los cuidadores habituales de las personas con síndrome de Dravet, ofreciéndoles momentos juntos y dedicados exclusivamente a ellos y que se reflejen en los cuidados del paciente.
Los cuidadores pueden elegir lo que más les apetezca: salir a pasear, ir al cine o al teatro o simplemente disfrutar de una comida o cena fuera de casa, actividades que no pueden realizar con normalidad.
Con este proyecto queremos ofrecer ese tan necesario “respiro”, para que se puedan recargar energías, disfrutar de momentos de intimidad y fortalecer a los cuidadores para afrontar los retos que supone tener un hijo con esta enfermedad rara.