La fibrosis quística es una enfermedad rara, de herencia genética y que a día de hoy no tiene cura. Afecta a todos los órganos que generan secreciones, siendo la afectación pulmonar y la digestiva las más comunes.
Existen tratamientos que frenan el avance de la enfermedad, pero que no lo son todo. Se debe de seguir realizando unas rutinas diarias para conseguir un estado de salud óptimo, procurando picos de empeoramiento y evitando llegar a un trasplante bipulmonar.
Los pilares de tratamiento de la FQ se basan en la medicación diaria, el ejercicio físico y la fisioterapia respiratoria.
Este proyecto de Fisioterapia Respiratoria tiene como objetivo ofrecer atención fisioterapéutica domiciliara dos veces al mes, aumentándose en caso necesario al criterio del profesional.
Previamente al inicio de la actividad y con cada paciente, la trabajadora social se encarga de recibir y tramitar las demandas del servicio, realizar el seguimiento del mismo y atender las cuestiones que puedan ir surgiendo a lo largo de su desarrollo.
La fisioterapeuta, por su parte, llevará a cabo la ejecución directa del proyecto realizando una intervención diferenciada entre pacientes recién diagnosticados o con escasos conocimientos de fisioterapia, y aquellos con conocimientos de las técnicas de fisioterapia.
Estos ejercicios generan una mayor adherencia y una mayor eficacia si se le añaden aparatos específicos de fisioterapia, como acapellas, flutters o thershold.
En definitiva, con este programa conseguimos mejorar la calidad de vida y aumentar la esperanza de vida, de las personas afectadas de fibrosis quística.