Proyecto de intervención funcional dirigido a personas afectadas por Daño Cerebral Adquirido

Proyecto de intervención funcional dirigido a personas afectadas por Daño Cerebral Adquirido

El daño cerebral adquirido (DCA) es una lesión en el cerebro que se caracteriza por su aparición brusca y por el conjunto variado de secuelas que presenta, según el área del cerebro lesionada y la gravedad del daño. Estas secuelas provocan anomalías en la percepción, alteraciones físicas, ocupacionales, cognitivas y emocionales.

Cuando sucede un DCA, se produce una ruptura brusca con los roles ocupacionales que desempeñaba la persona hasta el momento de la lesión. Así, de un día para otro, la persona que sufre la lesión cerebral pasa de una realidad ocupacional equilibrada y activa, a una situación en la que la se ve convertida en receptora pasiva de cuidados. Posteriormente, según va recuperando capacidades, se encuentra en una situación de importante disminución del nivel de participación, siendo incapaz o dependiendo de ayuda para realizar un elevado número de actividades.

El DCA es una patología en ascenso que está aumentando en nuestra sociedad de manera alarmante y que conlleva importantes consecuencias a nivel personal, familiar y social.

A través de la terapia ocupacional (TO) se valoran las capacidades y problemas físicos, psíquicos, sensoriales y sociales de la persona, pretende con un adecuado y especializado tratamiento, capacitarles para alcanzar el mayor grado de independencia posible en su vida diaria, contribuyendo a la recuperación de su enfermedad y/o facilitando la adaptación a sus limitaciones.

El DCA supone un gran impacto en la población causando dependencia en la mayoría de los casos, por lo que cobra gran relevancia la intervención de la Terapia Ocupacional, ya que su objetivo es alcanzar un mayor grado de independencia en la vida diaria y mejorar su calidad de vida.

Según los últimos datos epidemiológicos, en España viven más de 435.000 personas con DCA, de los que el 90% presenta secuelas que son susceptibles de trabajar. Estas cifras están aumentando, sobre todo los ictus en gente joven.

Resulta frecuente pensar que al trabajar las alteraciones de forma aislada, se conseguirá que la persona sea autónoma en su vida diaria. Es muy común escuchar “cuando mi mujer/marido consiga mover el brazo, será capaz de vestirse sola/o”. Esta idea suele ser equivocada, ya que, en el caso del DCA, la movilidad del brazo no garantiza el éxito en el vestido, pues a la hora de ponerse una prenda interfieren otros componentes de distinta índole (perfectivos, cognitivos….) que afectan en igual o mayor medida a la consecución exitosa de la actividad. Habrá que tener en cuenta otros aspectos y habilidades como la adecuada elección de la ropa (dependiendo de la época del año y el evento al que asista), la posibilidad de acceder al armario, a los cajones etc.

Por ello, es necesario trabajar sobre las actividades básicas de la vida diaria (AVD,s), principalmente sobre aquellas más significativas para la persona. Esta será la principal competencia de las/os profesionales en Terapia Ocupacional, cuyo objetivo final es alcanzar un mayor grado de independencia en su vida diaria y mayor autonomía.