El objetivo es generar un espacio en el que las personas con Parkinson se beneficien del efecto moderador de la naturaleza, combatir el sedentarismo, estimular la movilidad, potenciar los estímulos sensoriales y la cohesión grupal.
Se realiza cultivo, siembra y cuidado de un huerto urbano, teniendo presentes las necesidades y circunstancias de cada persona, realizando siempre todas las actividades bajo la perspectiva terapéutica de la Atención Centrada en la Persona.
Apoyamos la autodeterminación de cada individuo, fijamos la mirada en sus capacidades frente a aquello que la hace dependiente y situamos el centro de atención en la propia persona.
Se busca mejorar su calidad de vida, promoviendo su integración social y la de su entorno, y evitando su aislamiento social.
Se incluyen criterios de accesibilidad para llegar a todas las personas con Parkinson que deseen participar en él, independientemente de las barreras físicas, arquitectónicas, sociales y/o económicas que existan.