Sufrir un Daño Cerebral es una experiencia traumática física y emocional, tanto para la persona afectada como para sus seres queridos. A partir de ese momento sus vidas cambian radicalmente.
Dependiendo de la secuela que provoque el Daño Cerebral, la persona afectada experimenta una pérdida repentina de funciones físicas, cognitivas y/o emocionales. Esto incluye dificultad para moverse, hablar, entender, recordar o controlar emociones, lo cual puede ser extremadamente estresante y desafiante para la persona y su entorno familiar.
El programa de vacaciones adaptado para personas con Daño Cerebral es importante para mejorar su calidad de vida, al ofrecer la oportunidad de participar en actividades recreativas y terapéuticas que pueden mejorar su bienestar físico, emocional y social. Fomenta la inclusión social ya que interactúan con otras personas y participan en actividades compartidas. Además, permite desarrollar y fortalecer habilidades de autonomía.