Una parte fundamental de la atención integral en oncología pediátrica es facilitar apoyo psicosocial desde el momento del diagnóstico y durante todo el proceso, para minimizar el impacto y ayudar en el afrontamiento de la enfermedad y sus implicaciones.
El objetivo de este proyecto es ofrecer acompañamiento, orientación y apoyo emocional para afrontar y adaptarse a las distintas fases de la enfermedad.
Las actividades buscan reducir el estrés y la ansiedad, así como a estimular la capacidad de las familias para establecer relaciones interpersonales positivas, mejorando la calidad de los vínculos establecidos con su entorno tras largos períodos de hospitalización.
La llegada del cáncer infantil conlleva situaciones de multivulnerabilidad debido a los cambios que se producen en la rutina familiar, la relación con el entorno y los roles establecidos: problemas económicos, dificultades laborales, largas estancias hospitalarias, aislamiento protector, un aspecto físico distinto, etc.